miércoles, 20 de noviembre de 2013

Motivación y trabajo colaborativo en redes sociales

En el 2009, para celebrar su 40 aniversario, la Defense Advanced Research Projects Agency (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de la Defensa) celebró un concurso cuya idea era explorar cómo se podían utilizar las redes sociales e Internet para superar un reto en el mundo real: una prueba contrarreloj a nivel nacional. El reto en cuestión consistió en localizar la posición precisa de diez grandes globos rojos situados en diez ubicaciones fijas de los Estados Unidos, un país con casi 10.000 kilómetros cuadrados de superficie. Los participantes tan solo tenían que enviar las coordenadas de los globos, pero el problema era localizarlos: tendrían que utilizar una combinación de tecnología, habilidades sociales y mucho ingenio.



El ganador fue un equipo de estudiantes y profesores del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), Su respuesta llegó a las nueve horas de haber empezado el concurso y las diez ubicaciones resultaron ser correctas. La rapidez de la respuesta sorprendió a los propios organizadores del concurso superando cualquier tipo de expectativa. Hoy en día se pone como ejemplo del trabajo colaborativo a través de las redes sociales y de una inmejorable gestión de la motivación a la participación.

El equipo del MIT adoptó una estrategia clara para la motivación: repartir el dinero del premio, 40.000 dólares en total, a todo aquel que ayudara a localizar los globos. La fórmula era viral y sencilla: en primer lugar, la cuantía del premio se dividió en diez premios: 4.000 dólares por globo. En concreto: 2.000 dólares para la primera persona que localizara el globo de forma efectiva, y la otra mitad, en una secuencia piramidal, para quienes hubieran invitado a esa persona (1.000 dólares), quien hubiera invitado al que le invitó (500 dólares) y quien invitó al que invitó al que invitó (250 dólares) y así sucesivamente. Los premios de menos de 250 dólares se donarían a una ONG. El efecto viral de esta fórmula fue arrollador y mucho más eficaz que cualquier otro tipo de propuesta basada en búsqueda física, etc. Además, otro factor positivo de esta fórmula era que todos los participantes resultaban beneficiados del buen trabajo de los demás. En consecuencia, se evitaron los generadores de desinformación y actitudes engañosas.

La motivación en Maslow y las redes sociales

A la hora de analizar los motivos por los cuales las redes sociales han llegado a ser tan populares entre los usuarios de la red no faltan quienes encuentran una explicación acudiendo a la pirámide de Maslow. Allí, el psicólogo americano ilustra los cinco niveles de necesidades que tienen los seres humanos y se afirma que solamente se atiende una necesidad superior cuando se han satisfecho las inferiores.


En la red se pueden encontrar infografías donde se relacionan los niveles de la pirámide de Maslow con las diferentes redes sociales teniendo en cuenta las necesidades que cubren. Así pues, gracias a este estudio se pueden entender las motivaciones que harán que los usuarios utilicen una red social. Llegar a otro tipo de conclusiones es aventurado. Es el caso de aquellos que se atreven a afirmar que Internet cubre prácticamente todas nuestras necesidades, salvo las más básicas como comer, beber o dormir. Esto es sin duda una exageración: el contacto humano alcanza una grado de satisfacción de las necesidades relatadas por Maslow a otro nivel que el que puede lograrse en las comunidades virtuales.

En el blog de Sergi Mateo se añade la siguiente tabla para completar la comprensión de la vinculación entre las necesidades descritas por Maslow y las oportunidades que ofrecen las comunidades virtuales.



martes, 19 de noviembre de 2013

La crisis de la creatividad en la escuela

En un reciente artículo publicado en XLsemanal se aborda la cuestión de la ausencia de actividades que fomenten la creatividad en la educación básica. Entre otras referencias se hacen mención de Robinson que llegó a afirmar en 2006 que «Las escuelas matan la creatividad». Para Robinson, el origen del problema está en un sistema en el que tienen prioridad las materias como Matemáticas, Ciencias o Lenguaje y se marginan las asignaturas artísticas. Todo ello encaminado a 'fabricar' adultos que encajen en la estructura económica. Para evitar la masacre educativa, Robinson defiende las materias interdisciplinares y hasta personalizadas y las clases en las que conviven niños de distintas edades, que fomenten el llamado 'pensamiento divergente', la capacidad de encontrar varias respuestas a una sola pregunta. En efecto, denuncia, los niños crecen en un sistema en el que saben que hay respuestas distintas, pero no se les permite usarlas.
En esta línea apunta Valderrama, psicóloga, cuando afirma que «el peor enemigo de la creatividad es la inseguridad y el miedo a las críticas del profesor o de los demás alumnos». Por eso, los profesores deben plantear preguntas con diversas respuestas y premiar las contestaciones inesperadas en vez de censurarlas.

Sin embargo, la escuela y sus deficiencias no son las únicas responsables de la crisis creativa. Algunos autores aseguran que la omnipresencia de la tecnología en la vida moderna dificulta el desarrollo de la imaginación de los niños. Ciertamente, es una aseveración importante en un momento en el que las pantallas han adquirido una relevancia enorme en el ámbito educativo. La profesora Carlsson-Paige justifica su crítica de la siguiente forma: «Aunque los juegos de ordenador o las aplicaciones podrían considerarse experiencias más activas que sentarse a ver la televisión, se siguen limitando a lo que sucede entre el niño y un dispositivo, algo que no implica utilizar el resto del cuerpo, los sentidos. Además, la propia actividad y la forma de jugar están descritas por un programador. El niño juega de acuerdo a las normas de otra persona, lo cual es muy diferente a que un niño tenga una idea original y la lleve a cabo».

Más aún, parece ser que el auténtico origen del problema es que en la actualidad se juega menos que hace antes. No es difícil adivinar las causas: la agenda de un niño está plagada de clases, deberes y actividades extraescolares y esto deja poco tiempo libre para el juego. La misma profesora comenta que «jugar es un proceso tremendamente creativo que fomenta la imaginación, el pensamiento original, la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la autorregulación. Mientras juegan, los niños también aprenden a aprender, a tomar la iniciativa o hacer preguntas para crear y resolver sus propios problemas. La neurociencia nos dice asimismo que, a medida que los niños juegan, se activan las conexiones en el cerebro y se solidifican».

La creatividad no es una cuestión baladí. Especialmente porque la creatividad no se limita a la expresión artística ni tampoco es una cuestión que deba afrontarse por los efectos positivos que puede producir en el desarrollo profesional. La creatividad influye notoriamente en que las relaciones personales y afectivas más saludables cuando sean adultos. Ciertamente, «la creatividad es un componente importante de la inteligencia emocional, pues permite entender puntos de vista distintos a los propios, adoptar una perspectiva positiva ante los problemas, tolerar la frustración y resolver situaciones conflictivas».

martes, 12 de noviembre de 2013

10 consejos para utilizar eficazmente LinkedIn

LinkedIn se ha convertido en la red profesional por excelencia, la preferida para buscar trabajo, hacer networking, generar contactos que puedan convertirse en socios, clientes o empleadores. Hace unas semanas, Arturo de las Heras, director general del Centro de Estudios Financieros (CEF), señalaba diez consejos para sumarse a esta red. En este post se resumen dichos consejos. 

Estrategia 
Define la estrategia. Hay que tener muy claro el objetivo que perseguimos: buscar trabajo, clientes o contactos para nuestra empresa en el extranjero. 

Rutinas 
Hay que buscar el momento LinkedIn del día, integrado como una tarea más en nuestra agenda, y dedicarle el tiempo necesario en función de los objetivos. Cinco nuevos contactos al día acaban siendo 1.825 al año. Es recomendable crear una cuenta de correo electrónico exclusivamente para redes sociales. 

Perfil 
Conviene cumplimentarlo en su totalidad, partiendo de algunas ideas. La primera es incorporar una foto que encaje en un entorno profesional. Nada de instantáneas informales de las que usaríamos en otras redes sociales ni logotipos de empresas. También es recomendable añadir un e-mail y un teléfono de contacto en el apartado Extracto, y necesitaremos dos o tres recomendaciones. Una buena estrategia para lograrlo es que nosotros recomendemos previamente, basta con unas pocas personas clave. Por último, utiliza la Zona de presentaciones para adjuntar documentos, imágenes o vídeos que muestren nuestros productos o actividades. 

Titular 
A la hora de identificarnos como profesionales, cuidado con los anglicismos y los títulos largos y farragosos. Como sucede en Google, las búsquedas en LinkedIn funcionan mediante palabras clave. Si el título que ponemos bajo nuestro nombre no indica claramente a qué nos dedicamos, corremos el riesgo de que no nos encuentren. 

Búsqueda 
Una vez confeccionado el perfil, hay que iniciar la búsqueda de aquellas personas a las que pensemos que les puede interesar nuestro producto o perfil. Es particularmente recomendable el uso de la Búsqueda avanzada, que permite seleccionar y filtrar los criterios. También la búsqueda por código postal. 

Grupos 
Las personas nos agrupamos por afinidades y en LinkedIn hay dos formas de hacerlo: mediante la creación de grupos, si existe una masa más o menos homogénea que nos sigue a la que puede interesar nuestra actividad; o sumándonos a otros ya existentes. 

Comunicación 
No se reduce a contactar. Se trata de comunicar, de decir a otros qué hacemos y buscamos. Es interesante tener preparados pequeños textos-plantilla en los que indiquemos en pocas líneas a qué nos dedicamos y qué esperamos de nuestro interlocutor. 

Tratamiento 
Hay que mantener en todo momento la cortesía y educación, aunque esta red permite aparcar tratamientos excesivamente formales. 

Independencia 
No es aconsejable utilizar este entorno vinculado a nuestras cuentas en otras redes sociales como Twitter o Facebook. La primera presenta la limitación de los 140 caracteres; la segunda se mueve en el ámbito personal. LinkedIn, en cambio, es un entorno profesional y tiene unos códigos y formas de expresión propios, y distintos a las dos anteriores. 

Anticipación 
Las redes sociales no se improvisan. Empieza hoy. No esperes a estar en el paro para empezar a tejer tu red profesional. Es un activo que te acompañará a lo largo de tu vida profesional.

lunes, 11 de noviembre de 2013

¿Aprendizaje informal o desformalizado?

Saludos de nuevo a todos.

Hace poco escuché en una entrevista sobre redes sociales aplicadas a la educación que dichas redes actúan "desformalizando" la educación formal. Me gustó el concepto aunque el término sea claramente poco afortunado. Pienso que me gustó porque de esta forma la educación informal queda situada dentro del escenario de educación formal. De esta forma se evita el riesgo de pensar en la educación informal como una idea vaga y general al amparo del "todo educa de alguna manera". Así pues, pienso que la educación informal puede ser analizada cuando se sustenta en un marco de educación formal. En consecuencia, en el ámbito de la temática de este foro, defiendo que la calidad de la integración de las herramientas de educación informal dentro del contexto de educación formal es un elemento que influye de forma determinante.

Espero vuestros comentarios.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Factores que influyen en la innovación

Me parece que hay un tema fundamental a la hora de hablar de los factores que influyen en la innovación y que al señalarlo en este post puede animar el debate posterior. Se trata de la relación entre innovación y tecnología. Algunos autores afirman que “si bien hay muchas áreas de innovación: educación, salud, etc., estas de forma parcial o incluso total se apoyan en el mundo tecnológico”. No les falta razón, sobre todo cuando sustenta su afirmación citando el componente tecnológico de las innovaciones disruptivas más recientes. Por su parte, hay quien reconoce que “lo primero que nos viene a la mente (al hablar de innovación) son las nuevas tecnologías, los avances informáticos y sofisticados, pero (…) debemos entender que no sólo es innovación lo que abarca este terreno”. Esos mismos despliegan un argumento muy interesante: “No debemos olvidar que se puede innovar en metodologías educativas, en formas organizativas, en las estrategias que se llevan a cabo en una empresa”. En esta misma línea se mueven quienes hablan de la innovación de “andar por casa”, y lo ejemplifican tanto en el ámbito de una empresa como en el ámbito de una persona singular. En ambos casos, lo esencial para que se pueda hablar de innovación es que exista un “proceso que introduce un cambio en la forma de hacer las cosas y que persigue una mejora”. En la misma tesitura se sitúan los que concluyen citando tres características de la innovación entre las que incluyen la siguiente: “la innovación no está restringida a desarrollos tecnológicos”.

Ciertamente, en la actualidad es habitual asociar la innovación y la tecnología. Sin embargo, es muy importante mantener cierta cautela con esta vinculación. En efecto, la actitud contraria puede conducir al error de pensar que cualquier inversión tecnológica es innovación, o que cualquier oportunidad de mejora se alcanza con éxito a base de poner medios tecnológicos. Si nos situamos en el ámbito docente, hay evidentemente “cambios en las formas de aprendizaje y muchas con ocasión de los avances en tecnologías. (…) Veo innovación cuando un centro de enseñanza se decide (…) a utilizar recursos comunes en la nube”. En efecto, afirma más adelante: “vencer la tendencia a funcionar como siempre, viendo las posibilidades (…) que se abre con la tecnología es avanzar un pasito”. Un "pasito" sin duda, siempre encuadrado dentro de un proceso que no termina nunca.

En definitiva, pienso que el problema de equiparar innovación y tecnología es que puede conducir al error de dar por concluida la innovación, es decir, a un argumento del tipo: “hemos aplicado una revolución tecnológica luego ya somos de hecho innovadores”. Al contrario, la innovación debe entenderse como una actitud siempre latente. No en vano, en el ámbito empresarial se habla de “cultura de innovación” que indica el continuo esfuerzo por estar siempre a un nivel de competitividad adecuado. Igualmente, a nivel personal, la innovación se traduce en una predisposición positiva al cambio, siempre con vistas a alcanzar una mejora, en la adquisición de una nueva competencia, de algo útil y valioso.

Elementos involucrados en el aprendizaje informal

Quisiera comenzar por matizar el concepto que estamos tratando. Por aprendizaje informal se entiende una de las tres categorías en que suele clasificarse la tarea de aprender. Las otras dos son: (1) el aprendizaje formal, que es aquel dirigido por una institución y por tanto muy estructurado en torno a un sistema de asignaturas, grados, etc.; y (2) el aprendizaje no formal, que hace también referencia al aprendizaje estructurado pero, en este caso, fuera de un sistema oficial educativo. En consecuencia, el aprendizaje informal queda caracterizado precisamente por la ausencia de una estructura que lo controle. Al contrario: es un aprendizaje que surge de manera espontánea y sin que medie planificación alguna. Es el aprendizaje del día a día, de la experiencia, de la curiosidad.
En este punto, me gustaría sacar a debate la idea de que el aprendizaje informal se sitúa siempre en un contexto educativo concreto. Por ejemplo, la familia donde la persona crece es un contexto educativo donde se posibilita ciertamente el aprendizaje informal. Lo que allí se aprende: habilidades, destrezas, modales,… no tiene estructura ni planificación, pero el contexto: la familia, sus relaciones, el hogar, etc.; es imprescindible ya que, de alguna manera, llena de contenido el aprendizaje. Lo mismo ocurre con el resto de las relaciones sociales, laborales,..., en la que uno está inmerso: son efectivamente un contexto que suscita un aprendizaje informal. Evidentemente, son también contextos educativos que favorecen el aprendizaje informal, las relaciones sociales que establecidas a través de las TIC, como las redes sociales, etc.
Esto me lleva a plantear otra cuestión a este foro: el aprendizaje informal, según sea el contexto en el que se desarrolla, dependerá de algunos condicionantes del propio alumno. El más importante es la motivación o el interés, un elemento que se mide a través del grado de participación. En efecto, siendo el aprendizaje informal ajeno a las estructuras y, por tanto, libre de las ataduras de las técnicas clásicas de evaluación tales como exámenes, trabajos, etc.; la calidad de dicho aprendizaje podrá valorarse analizando la intensidad de la participación, activa y colaborativa, del estudiante. Por otra parte, la formación personal previa del alumno, adquirida con los años, ya sea formal o informal, es igualmente un factor determinante en algunos contextos de educación. Considérese por ejemplo lo decisivo que resulta tener un bagaje científico para participar en una comunidad virtual especializada en un tema concreto.
Para finalizar, quisiera mencionar un último punto de discusión: el aprendizaje informal no debe entenderse como ausencia total de reglas puesto que el contexto educativo en el que se desarrolla exige que los agentes implicados actúen según unos roles definidos. Por supuesto que el reparto de dichos papeles podrá ser flexible e intercambiable, pero en cada situación y en cada contexto educativo, para que se pueda dar aprendizaje, la figura del formador y del alumno, con sus correspondientes relaciones, deberán estar claras. Por este motivo, se puede hablar de “aprendizaje informal personalizado” aunque a primera vista pudiera parecer una paradoja. Igualmente, por este mismo motivo, las aptitudes del que actúa como formador, podríamos decir también como guía o como consejero, son también un elemento decisivo en el aprendizaje informal.

La creatividad depende de la conectividad

Recientemente he escuchado una conferencia en la que Steven Johnson habla sobre la creatividad y la innovación. Este escritor especialista en temas de ciencia y tecnología derrumba el clásico cliché de que las ideas son el resultado de “momentos de inspiración” del tipo Eureka. Por su parte, Johnson afirma que las grandes ideas son el resultado final de largos tiempos de maduración de una corazonada. Además aborda la cuestión de si la sociedad tecnológica actual favorece la generación de ideas o por el contrario nos hace más superficiales. En la opinión de Johnson, desde siempre, los lugares donde los hombres han encontrado escenarios de intercambio de experiencias han sido óbice de aparición de nuevas ideas: desde los cafés de Londres hasta las salas de reuniones o las redes sociales. En efecto, los momentos donde compartir ideas, intuiciones, errores son muy enriquecedores. Allí se crea lo que Johnson denomina redes líquidas que demuestran que un factor inefable de la innovación es la conectividad, el grado de conexión con otras personas, y esto, es evidente que es un elemento potenciado de forma maravillosa por las redes sociales.

En definitiva, la tesitura de Jonhson propone dos factores clave para la innovación. El primero, el tiempo de maduración: hace falta mucho tiempo para desarrollar las ideas puesto que estas nacen pequeñas. El segundo, los escenarios: hacen falta contextos que favorezcan la conectividad entre los innovadores. Ante este hecho, cabe preguntarse ¿Cómo pueden las empresas crear ambientes que logran mantener latentes esas ideas embrionarias hasta que alcancen rompan el cascarón? Quizá por ese motivo, empresas como Google disponen de un 20% de su tiempo libre para la innovación.

En fin, os dejo el enlace de la conferencia TED por si alguno quiere verlo. http://www.ted.com/talks/lang/es/steven_johnson_where_good_ideas_come_from.html.