domingo, 19 de enero de 2014

Rasgos de la educación liberal


El artículo sobre la «Educación Liberal Made in USA» de José María Torralba (Universidad de Navarra) me ha dejado bastante pensativo. Antes de nada, conviene aclarar que el concepto de educación liberal debe entenderse como aquella que tiene como objetivo proporcionar al alumno una visión unitaria e integradora de los diversos saberes, además de plantear las grandes cuestiones acerca de la vida y la sociedad. Torralba comienza realizando un breve recorrido desde el nacimiento de las humanidades hasta su reciente decadencia. Una crisis que, en opinión del autor, pudiera estar motivada por una creciente oposición entre las «dos culturas»: la científica y la humanística; y por la insistencia en el «openness» que, junto a indudables aspectos positivos, conlleva el peligro de identificar el pluralismo y la tolerancia con el relativismo. 


Pudiera parecer entonces que la universidad contemporánea es como un espacio diverso «multiversity», con funciones incompatibles entre sí: educación de los jóvenes, cualificación profesional, investigación y beneficio social. Sin embargo, Torralba, parafraseando a Ortega, recuerda que la universidad tiene tres «misiones» fundamentales: la trasmisión de la cultura; la enseñanza de las profesiones; y la investigación científica, junto con la educación de nuevos hombres de ciencia. En esta línea afirma: “Lo ideal sería que la universidad actual, además de promover la investigación y proporcionar cualificación profesional, fuera capaz de formar científicos, abogados e ingenieros con mentalidad humanista. El reto es conseguir eso que Hutchins sintetizó en una fórmula genial: «Lo que queremos es instituciones especializadas y hombres no especializados», es decir, promover un collage de educación liberal en el seno de una research university. Por decirlo con palabras de Ortega: es preciso distinguir lo que la universidad tiene que ser «primero» y lo que tiene que ser «además»”.

Como conclusión del artículo, Torralba expone que existen tres rasgos básicos de la educación liberal que a continuación resumo con sus mismas palabras.

  1. Perspectiva sapiencial. "Una educación liberal se caracteriza, en primer lugar, por transmitir y actualizar la tradición cultural. Una educación es liberal cuando no se limita al examen y exposición «científica» de sus objetos de estudio, sino que sitúa al estudiante ante las grandes cuestiones de la existencia y le hace ver que, aunque no sea fácil responderlas, tienen respuesta. (…) La actitud sapiencial se caracteriza por preguntar los porqués. La universidad no debe ofrecer respuestas «enlatadas», sino sobre todo sembrar inquietudes y despertar intereses. Es necesario que (…) la universidad esté abierta a todos los saberes (…) y que haya espacios para el diálogo académico, interdisciplinar, especialmente entre los profesores."
  2. Ejercicio del juicio. "La educación liberal consiste más en el desarrollo de ciertas capacidades intelectuales que en la adquisición de datos o informaciones. Se trata de desarrollar lo que Newman llamó «un hábito filosófico» (…) que se podría caracterizar como la «capacidad de juzgar», tener «buen juicio» o, incluso, «buen gusto». El ejercicio de dicha virtud consiste en la capacidad de «hacerse cargo», de captar lo universal en lo particular (…) Dicho de otro modo, se trata de la madurez intelectual. El objetivo de la educación liberal es que los estudiantes capten el principio en el maestro. Por eso es tan necesaria la convivencia amistosa de profesores y alumnos. De este modo, aprenden a usar la información adquirida, situándola en el conjunto y descubriendo su finalidad. Quedan así prevenidos contra la parcialidad y sus consiguientes dogmatismos". 
  3. Interés por la verdad. "La educación liberal cultiva ese «interés por la verdad» porque convierte la verdad en la única moneda válida de la vida intelectual, moral y social. Lo más opuesto a la verdad es la indiferencia. En este preciso sentido, el error está más cerca de la verdad. Quien, estando equivocado, considera algo como verdadero puede salir del error, porque tiene como meta la verdad. En cambio, jamás lo conseguirá quien renuncia a distinguir lo verdadero de lo falso. Además, ese «vérselas con la verdad» previene contra las diversas formas de dogmatismo e ideología, pues se reconoce que la verdad existe, pero que nos supera a cada uno individualmente". 

A la vista de lo expuesto, me sigue resultando inquietante y digno de estudio encontrar la manera en que se podrían aplicar estas ideas y principios a la universidad online; y, en consecuencia, deducir si en estas universidades virtuales podrá hablarse en algún momento de educación liberal.

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